José María Haro: Magistrado y laico comprometido en la acción social y caritativa

José María Haro Salvador nació en Cheste (Valencia) el 24 de abril de 1904, en el seno de una familia campesina. Se graduó en Magisterio y se licenció en Derecho por la Universidad de Valencia. En los años 20 José Mª Haro ejerció de presidente de la Federación Regional de Estudiantes Católicos. Llamado vocacionalmente a la participación activa como laico en la vida pública, en 1926 se incorporó a la Asociación Católica de Propagandistas y a la naciente Acción Católica, de la que fue presidente en Valencia de la rama masculina de 1942 a 1954. En ambas instituciones tuvo distintas responsabilidades directivas en los ámbitos local y nacional. Siempre le movió su compromiso cristiano, ejerciéndolo con un espíritu humilde y de servicio.
Se casó en 1930 con Mª Luisa Sabater. Mujer muy bella física y espiritualmente, fue siempre cristiana ejemplar. Siempre acompañó a su marido en su infatigable dedicación a la vida pública desde el compromiso cristiano. intermediaba ante su esposo por todas las personas que acudían a ella para que le trasladara sus problemas. Muchas personas reconocieron en ella el papel tan importante que ejerció como mediadora. Para José María fue, sobre todo, el pilar imprescindible para su propia entrega. (Valderrama, 2022). Tuvieron ocho hijos.
Hombre de gran inteligencia práctica y capacidad de trabajo, tenaz y perseverante, puso todas sus capacidades, aptitudes y competencias al servicio de la Iglesia y de la sociedad. En toda la acción que desarrolló, puso siempre a la persona en el centro, sobre todo a las personas en situación de exclusión, con una dedicación especial a los niños y a los obreros. Apoyo permanente de las autoridades eclesiásticas, fue un firme y fiel colaborador del arzobispo Marcelino Olaechea desde su llegada a Valencia en 1946. Bajo el ánimo, aliento y empuje de José Mª Haro, se crearon el Banco de Nuestra Señora de los Desamparados, el Patronato de Viviendas del Arzobispado y la Asociación Católica de Maestros de Valencia. Del Banco, destaca la extensa labor que realizó, organizando actos que buscaban la formación de la conciencia social sobre la caridad: numerosas Jornadas de Caridad, ponencias sobre Caridad en Asambleas o reuniones, emisiones radiadas de “Almoyna”, la coordinación de la caridad junto con el Secretariado Diocesano de Caridad, germen de Caritas Diocesana de Valencia. Según el pensamiento de José Mª Haro «la blandura de corazón no es garantía de acierto en la acción. Porque también en la acción benefactora podemos sumar al amor la eficacia. El Banco promueve, coordina, ampara, vivifica; pero no sustituye ni menos elimina instituciones vivas. Por ello, el Banco coordinará y vivificará la acción de los Secretariados Diocesano y Parroquiales de Caridad» (Valderrama, 2022). No solo resalta la gran acción sociocaritativa que realizó, sino, sobre todo, cómo la llevó a cabo, bajo un espíritu de comunión y de humildad, atendiendo siempre al bien común. Debido al compromiso cristiano como laico en la vida pública, a su espíritu de servicio, a su amor y dedicación por el trabajo bien hecho, y a su celo apostólico, José Mª Haro fue un precursor, se adelantó en muchos aspectos a las orientaciones posteriores del Concilio Vaticano II sobre la vida de los laicos en la Iglesia, su llamada a la santidad de acuerdo con sus deberes de estado y su vocación al apostolado.
Fue una de las figuras emblemáticas de la historia valenciana más reciente, protagonista y promotor de algunas de las instituciones de mayor influencia enla configuración social de la Valencia contemporánea. Concurrieron en él dos pasiones: la justicia social y el magisterio. Juez de Orcera (Jaén), Viver (Castellón), y Villar del Arzobispo (Valencia), en 1940 ingresó en el recién creado cuerpo de la Magistratura del Trabajo, del que fue su primer titular, siendo su decano hasta su muerte. Aquella magistratura, recordaba su compañero de judicatura Baltasar Rull, «tuvo sobre José Mª Haro un poder de sugestión irresistible. Fue Magistrado Decano del Trabajo de Valencia, el símbolo de lo que se vino llamando la justicia social, que administró paternamente, dándole impulso y agilidad, siendo para sus compañeros y colaboradores maestro y ejemplo, hasta adquirir un prestigio nacional y el respeto de patronos y obreros. Se esforzaba Haro por llevar a la práctica las directrices de la doctrina social de la Iglesia. Fueron años felices en que logró que el trabajo profesional se convirtiera para él en el mayor placer de su espíritu».
Desde 1940 a 1944, fue presidente de la Junta Provincial de Primera Enseñanza, teniendo entonces ocasión de dedicarse a ese gran amor a la enseñanza que tuvo, promoviendo la creación de numerosas escuelas, en aquellos años tan escasas en Valencia, y ayudando eficazmente en la formación de los maestros y maestras, en épocas en las que tan poco se estimaba su labor. Sus años al frente de la Junta fueron de una enorme fecundidad: abundantes circulares con orientaciones prácticas, espirituales y políticas para la labor de los maestros; convocatorias de premios escolares; construcción y dotación de nuevos centros. Especialmente lo fueron en el diseño y la implantación de programas de formación del magisterio y de alfabetización infantil. Según el pensamiento de José Mª Haro, «es importante la cultura, es deseable y debe cultivarse la fortaleza física; pero lo es más el temple del alma, la rectitud de la conciencia, el valor, el espíritu de sacrificio y hermandad, la conducta siempre ajustada a nuestro fin eterno» (Valderrama, 2022).
Presidente del Consejo del Instituto Nacional de Previsión (INP) y jefe provincial del Seguro Obligatorio de Enfermedad (SOE), José Mª Haro vivió estas responsabilidades como una oportunidad para desarrollar sus ideales sociales en la práctica, basados en la doctrina social de la Iglesia. En este sentido, José Mª Haro es continuador de la línea del catolicismo social valenciano iniciado a finales del siglo XIX por el padre Vicent y por Juan Reig Genovés (crearon los Círculos Católicos de Obreros- la Casa de los Obreros en Valencia).
En 1961 entró a formar parte de la Academia Valenciana de Jurisprudencia y Legislación. Su discurso de ingreso titulado “Relaciones y fronteras entre la Caridad y la Justicia”, José Mª Haro realiza, por una parte, una declaración de principios, adhiriéndose a la tradición histórica de las obras desarrolladas en los últimos 100 años y que configuraron el paisaje institucional del catolicismo social en España y, de manera especial, en Valencia. Por otra parte, aborda y conjuga estos dos ámbitos de acción, la caridad y la justica, a la luz de la doctrina social de la Iglesia, constituyendo el legado que nos deja José Mª Haro sobre la acción social y jurídica a desarrollar para construir una sociedad más justa, fraterna y solidaria, desde el pensamiento cristiano. Como muestra, extraemos algunos párrafos de este discurso:
«Para nosotros, justicia social y caridad son dos virtudes inseparables y en ambas radica la solución de graves problemas íntimamente ligados con la moral, la economía, la técnica, la producción, y en definitiva, el hombre… El hombre posee la virtud de la justicia cuando por práctica constante, o sea por una repetición de acciones rectas o justas, ha logrado formar en sí mismo una firme inclinación y una real aspiración a dar a cada uno lo que en justicia le corresponde… A la caridad pertenece respecto a la justicia: animar las relaciones individuales y sociales, estrechar los corazones, afirmar el sentido de la justicia, hacerla grata, sugerir suavizaciones a las arideces, suscitar nuevas vías, nuevas instituciones, nuevos deberes para el bien de los otros, obtener la comunión de los actos de la justicia, moralizar las relaciones contractuales, …» (Valderrama, 2022).
Fue profesor de instituciones valencianas como el Instituto Social Obrero, la Escuela Sindical y la Escuela de Periodismo de la Iglesia.
Entre sus distinciones, la Santa Sede le nombró Caballero Comendador de la Orden Pontificia de San Gregorio Magno, distinción muy estimada por él. Por su labor en la enseñanza, recibió la Encomienda de Alfonso X el Sabio. También fue nombrado Comendador de la Orden del Mérito Civil, Comendador de la Orden de Cisneros y Medalla de Plata la Previsión Escolar.
Murió con fama de santidad el 6 de agosto de 1965, fiesta de la Transfiguración del Señor. Su causa de canonización se inició en Valencia en 2015.
Una calle recuerda su nombre en el barrio valenciano de Algirós, cercano a la zona portuaria del Cabañal, así como un colegio del céntrico Barrio del Carmen. También hay una calle y un colegio con su nombre en su localidad natal de Cheste.
Libros publicados sobre la biografía de José Mª Haro:
Enlace a libro José Mª Haro: “Relaciones y fronteras. Escritos jurídico-sociales”
Enlace a libro José Mª Haro: “José María Haro Salvador. Un hombre de nuestro tiempo. Testimonios y homenajes públicos (1965-2015)”
Enlace Oración para la devoción privada: https://jmharosalvador.wordpress.com/oracion/